Los termistores, figura 8.8, son dispositivos basados en óxidos metálicos semiconductores que exhiben un gran cambio en su resistencia eléctrica cuando se someten a cambios relativamente pequeños de temperatura. Pueden ser de coeficiente de temperatura positivo (PTC) o negativo (NTC), siendo estos últimos los más utilizados. Los termistores PTC (posistores) se construyen a base de óxidos de bario y titanio, y los NTC a base de óxidos de hierro, cobre, cromo, cobalto, manganeso y níquel dopados con iones de titanio o litio. Para altas temperaturas, se usan óxidos de itrio y circonio. También se dispone de termistores NTC basados en silicio y en películas de carbón.
Los termistores pueden adoptar una gran variedad de formas y tamaños, figura 8.9, llegando incluso a ser tan diminutos como la cabeza de un alfiler. El tipo de óxidos, las proporciones usadas, y el tamaño físico, determinan los rangos de resistencia y temperatura deseados para el dispositivo.
La mayoría de termistores se diseñan para trabajar en el rango de –50°C a
Figura 8.8 Elementos sensores típicos de termistores
Figura 8.9 Formas usuales de presentación de los termistores
Los termistores ofrecen varias ventajas con respecto a las RTD y las termocuplas. Por ejemplo, son más económicos, estables y confiables, proveen un alto grado de intercambiabilidad, pueden hacerse lo suficientemente pequeños para permitir la medición puntual, facilitan la medición remota a través de cables largos y tienen una mayor sensibilidad o respuesta de señal, figura 8.10. Esta última es típicamente del orden de -3%/°C a -6%/°C.
Comparación de las curvas características R/T (resistencia contra temperatura) de termistores NTC típicos de
(a) R25= 100Ω (b) R25= 1kΩ y (c) R25=5 kΩ y una Pt100 o RTD de platino de 100Ω (d)